Hoy en día todas y todos llevamos una vida muy ajetreada y vamos de un lado a otro haciendo infinidad de cosas, actividades, tareas que nos impiden tomarnos unos momentos en el día para nosotros, dejamos de lado nuestro propio cuidado personal, tanto de la parte externa y en el mayor de los casos de la parte interna (como lo es la salud mental), en muchos de los casos preferimos ayudar a los demás, cosa que no está mal, pero olvidamos ponernos a nosotras mismas como prioridad y pensar en nosotras antes de ayudar a los demás. Así como nos dicen en los aviones, ponerse la mascarilla de oxígeno primero para después ayudar o asistir a los demás. Debemos poner en práctica esto en nuestro día a día: ayudarnos a nosotras primero para poder asistir a los demás.
A veces olvidamos que nuestro cuidado personal es muy importante, y preferimos hacer alguna otra cosa cómo avanzar con tareas y trabajos o ponemos primero el cuidado de otras personas antes de nosotros. El self care no se trata de ser egoístas o vanidad, más bien es parte de la supervivencia, debemos tener en cuenta que nosotras mismas siempre debe ser nuestra principal prioridad, si no estamos bien nosotras, tanto por dentro como por fuera, cómo podremos ayudar a las demás a estar bien.
Empecemos por definir lo que es el SELFCARE, este concepto es relativamente nuevo y hasta podríamos decir que está de moda. Este hace referencia al autocuidado personal, en donde trabajamos en aquello que podemos mejorar con nosotros mismos, como también en nuestro entorno para así encontrarnos y sentirnos mejor con nuestro ser, tanto por dentro como por fuera.
Así mismo, el cuidado propio puede abarcar muchas áreas en las que se puede trabajar para sentirse mejor, es decir, que existen distintas actividades de distintos ámbitos que te ayudan a apapacharte, cuidarte y disminuir los niveles de estrés que pueden estar presentes en tu vida, estos tipos de acciones para cuidar de sí mismo pueden ser actividades sensoriales como acostarse en el pasto, hacer manualidades; actividades emocionales como escribir en un diario; están también las actividades espirituales como la meditación o rezar; las actividades físicas puede ser hacer algún tipo de ejercicio o incluso cuenta tomarse una siesta; después están las actividades sociales que sería salir con amigos o interactuar con personas (también cuenta hablar por teléfono) para cada persona serán distintas las actividades que les ayuden a cuidar sí.
Sabemos que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, y como nuestra barrera para proteger nuestros órganos. ¿Necesitamos alguna otra razón para cuidarla? No se trata solamente de cómo se ve, sino de cómo nos sentimos en nuestra piel. No necesariamente se trata de que se tenga una rutina extensiva, el simple hecho de tomarnos el tiempo de aplicarnos una crema humectante y protector solar durante el día y por las noches alguna crema de ojos y un suero de vitamina C, lo importante de considerar nuestra rutina de cuidado de la piel como el autocuidado de nuestra persona se trata de sentirnos bien en nuestra piel.
Para cada persona, la rutina de skincare será distinta ya sea por el tipo de piel, condiciones o necesidades. El tener una rutina significa darnos tiempo para estar solas, sentirnos y evaluar cómo estamos, desconectarnos unos minutos de todo lo demás y enfocarse en uno mismo, esto pueden ser 10 minutos o 1 hora. Tómate el tiempo que necesites, no hay prisa. Una rutina que se adecue a tus necesidades te puede llevar a reducir el estrés y mejorar tu ánimo. Tener una rutina de skincare no siempre gastarse todo el dinero en productos para esta, sino que, se trata de hacer ese tiempo tuyo y beneficiarte de este tiempo.
Ahora bien, nosotras en Nunskin consideramos que el tener una rutina de cuidado de la piel es parte del selfcare, ya que en realidad el cuidar de nuestra piel, tomarnos unos minutos al día para hacer una rutina de skincare, por más pequeña que sea o pocos productos que se utilicen, lo tomamos como “mi momento” en donde puedo relajarme, pensar en mi día, qué quiero hacer o qué quiero lograr, así como también todo lo que me gustó, lo que no, si puedo mejorar algún aspecto, etc. Ya sea por las mañanas o las noches (ambas sería lo mejor), o incluso destinar un día a la semana para hacer una rutina incluso más profunda que te ayude a relajarte al máximo sería estupendo. Cuidarse a sí misma, destinar un tiempo para hacer algo para nosotras es practicar el selfcare.
Recuerda que ponerse a uno mismo primero y antes que los demás es un gran aspecto del selfcare, no hay porque sentirse culpable por elegirse a uno mismo, elegir estar bien tanto emocional como físicamente siempre será lo más importante. Es preferible empezar con pequeñas acciones y con el paso del tiempo ir aumentando o introduciendo cosas nuevas que pueden llegar a generar cambios positivos en nuestras vidas. Tomarse el tiempo de preguntarse a una misma, ¿Cómo estoy?, ¿Qué necesito para sentirme mejor?, ¿Estoy satisfecha? De manera que estés en constante seguimiento de cómo te encuentras y así poder tomar acción en lo que puedas hacer para hacerte sentir mejor.